miércoles, 14 de mayo de 2014

Consejos de que hacer en un temblor

Suenan dos celulares en una oficina en Avenida Álvaro Obregón en la colonia Roma justo al mediodía, con un sonido que no habían escuchado antes. El mensaje recibido dice “Alerta Sísmica, Sismo Fuerte”. El hombre y mujer dueños de los teléfonos se voltean a ver y coinciden que puede que “haya sido un error o una alerta falsa” y no se inmutan ante el extraño sonido que siguen emitiendo sus teléfonos. 50 segundos después la tierra comienza a moverse, el viejo edificio de 45 años de edad empieza a mecerse con fuerza, varios de los compañeros se asustan y reaccionan saliendo de la oficina, usando las escaleras y corriendo en línea recta hacia el camellón mientras las ondas sísmicas emitidas desde Guerrero, siguen llegando y no se les ve un fin. Otros compañeros obedecen a un brigadista de la oficina que se pone justo en la salida de emergencia para evitar que sigan saliendo. Se escuchan gritos y llanto en un aire de desesperación.¡Repliéguense! grita el brigadista una y otra vez, señalando las zonas de seguridad dentro de la oficina y doblando el brazo como señal del repliegue, entrelazo. Las ventanas vibran, las paredes crujen.

Son las 12:03:10, el sismo pasó y el brigadista deja salir al resto. Sentimientos encontrados rondan entre la gente al bajar por las escaleras de emergencia: enojo, angustia, tristeza, miedo… tranquilidad y paz. “¡Pero por qué nos bloquearon la salida!?”era la incógnita común entre los “atrapados” que a 15 pasos de la salida de emergencia, tuvieron que replegarse dentro de una oficina sin saber la razón.

La acción de ese brigadista (historia real) es simplemente la correcta y la que hay que replicar en todas las oficinas ubicadas en zonas sísmicas de este país, ya que los desprendimientos externos de los edificios son mucho mas probables y peligrosos que los internos; las ventanas, fachadas o un adorno de esos edificios pueden matar o herir a cualquier persona que salga aterrorizada durante los sismos. Los valiosos segundos de ventaja que nos ofrecen las alertas sísmicas, nos permiten conservar la calma,  desalojar a la mayoría de personas antes de que lleguen las primeras ondas sísmicas, pero si nos encontramos en un edificio alto que sabemos que no alcanzaremos a llegar al exterior antes de que comience a temblar, entonces la única acción que debemos de realizar es ponernos en cualquier zona de seguridad y esperar a que termine el sismo para salir, NUNCA durante el sismo.

Tenemos la falsa idea de que estamos listos para enfrentar los terremotos en México, la realidad es que no es así, nos falta muchísimo como sociedad para reaccionar de manera adecuada al momento de decir “está temblando”, simplemente la tierra ha sido muy benévola con nosotros durante varios años, pero no siempre será así. Se consciente, prepara tu kit de emergencia y plan familiar, te ayudas a ti, a tu familia y a todos.

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